¿Está tu empresa preparada para la transformación digital?
¿Crees que tu cliente ha cambiado la forma en la que compra los productos o servicios que tu empresa vende?
La respuesta es bastante clara, y me atrevo a firmar que quedan muy pocos sectores de actividad que sigan manteniendo la forma en la que vendían hace tan solo 10 años.
De una u otra forma, queriéndolo o no, nuestros clientes tienen más información para descubrir, evaluar, comprar y recomendar los productos o servicios que comercializamos, incluso si somos una empresa que vende a otras empresas.
Si además añadimos el cambio de contexto que estamos viviendo con la legada del Covid, y la imposibilidad que hemos tenido en cierto período de incluso movernos, esta situación se acentúa.
Con todo esto ¿de qué forma podemos ayudar a nuestros equipos de venta a conseguir sus objetivos?
Si tenemos hechos los deberes y analizamos bien quién es nuestro cliente, qué valora y dónde podemos encontrarlos podremos poner la intención y energía en seguirlo (que no perseguirlo!) durante el camino que sigue hasta ser un cliente contentx y fidelizadx.
Utilizamos el customer journey para combinar los distintos puntos de contacto que tiene un cliente con nuestra empresa, y desde ahí generamos los elementos necesarios (online/offline) para aportarle valor, es decir, resolver sus necesidades e inquietudes con dichos elementos.
Por ejemplo, actualmente estamos ayudando a una empresa que quiere desarrollar su servicio por todo el mundo, tiene una estructura nacional y para ello necesita aplicar la misma eficiencia, es decir, realizar desplazamientos para visitar a éste cliente si la oportunidad lo justifica.
De una forma resumida, y gracias a la transformación digital del proceso, estamos consiguiendo contactos de negocio para esta empresa, facilitando reuniones virtuales de presentación y la creación de potenciales en una base de datos, de forma metodológica y automatizada en parte, con lo que conseguimos desplazarnos internacionalmente si lo justifica, o incluso, cerrar acuerdos por videollamada.
En otro ejemplo, podemos encontrarnos con un paro de nuestra actividad productiva (Eg: fabricación) pero no por ello, dejar de mantener el contacto útil con nuestro cliente, es decir, podemos generar un contenido (eg: texto, audio, webinars) que aporten conocimiento a nuestro cliente para resolver sus problemática, posicionándonos como especialistas en nuestra táctica, y también, facilitando la confianza en nuestra marca.
No existen varitas mágicas sino más bien conocimiento, experiencia y perseverancia para alcanzar los objetivos comerciales, y sin duda, la mentalidad adecuada junto a las tecnologías digitales nos permiten hacerlo de una forma más eficiente, rentable y diferencial.