¿Se puede digitalizar la confianza?
Se está digitalizando absolutamente todo.
La forma en la que nos comunicamos, nos relacionamos y vivimos.
Y eso sin duda aporta muchas ventajas, pero también sabemos que hay retos asociados a esta digitalización por resolver.
Por ejemplo, qué sucede cuando quieres digitalizar los valores de tu empresa.
Sí, sí…los valores de tu empresa, es decir, aquellos valores que forman parte de la cultura de tu empresa y por los que te distingues en tu mercado.
Pues que supone todo un reto.
De qué forma la transformación digital puede ayudar a una empresa a digitalizar sus valores.
Vayamos por pasos.
Las empresas mostramos a nuestro mercado y contexto valores que nos distinguen.
Por ejemplo, la sostenibilidad, la responsabilidad, seguridad, integridad, innovación, …y así hasta el infinito y más allá 🙂
Y estos valores son percibidos por las personas (empleados, clientes, proveedores, etc..) mediante la relación que establecen con nuestra empresa.
Así por ejemplo, si soy un fabricante de alimentos y digo que mis alimentos son saludables y respetuosos con el medio ambiente ( y no hay ninguna situación o información que indique lo contrario) me lo creo.
Lo mismo aplica a otros sectores de actividad.
Pero, también es cierto que gracias también a la digitalización los ejercicios de comunicación creativos pueden hacernos creer en valores que nos anuncian que NO son ciertos.
Llamémosle estafa o mala praxis, pero también error o falta de información.
Estamos conviviendo en la época de la información en la que Internet nos permite comunicarnos de todo y en todo momento, sea cierto o falso.
Y esto añade un reto a las empresas que apuestan de veras por valores genuinos y auténticos en bien de las personas, sean clientes, empleados o colaboradores.
Estaremos de acuerdo que los datos son el único elemento que nos pueden dar credibilidad a lo que decimos que somos o hacemos.
Pero ojo, que seguimos en el mismo reto si estos datos los proporcionamos nosotros porque pueden ser manipulados por nuestro propio interés.
O también, si en la manipulación de éstos datos por terceros, y aunque su origen sea veraz, hay una acción intencionada o no para cambiarlos.
Qué difícil puede llegar a ser demostrar que tu empresa es como dice que es o actúa a pesar de la digitalización.
Esto supone grandes esfuerzos para las empresas en certificaciones, procesos y ejercicios de comunicación que a veces quedan sin los resultados esperados.
Conozco la historia de un productor de huevos ecológicos que sabía que sus competidores actuaban de forma interesada y comunicaban como ecológicos también sus huevos cuando esto no era así.
Estaba indignado porque para ellos suponía unas inversiones y sacrificios el hecho de llevar al mercado huevos ecológicos, y claro, sus competidores evitando estas inversiones y sacrificios se autoasignan la etiqueta de ecológicos cuando no era así.
Las personas apostamos por las marcas auténticas, innovadoras y sostenibles pero en muchas ocasiones nos encontramos sin herramientas para discernir sobre cuántas de ellas dicen la verdad.
¿Cómo se puede digitalizar la confianza?
Pero ahora imagínate que pudieses digitalizar los valores de tu empresa.
Eso te permitiria poder trasladar de una forma clara, veraz y simple los valores de tu empresa a las personas que forman parte del contexto de tu negocio.
Así por ejemplo, si eres sostenible, podrías ayudar a tus clientes a certificar que eso es realmente así.
Seguramente estarás pensando, que eso ya es posible porque en tus sistemas digitales (eg: CRM, ERP, etc..) hay datos que muestran esto.
Pero aquí te preguntaré ¿de quién son propiedad estos datos? o dicho de otra manera ¿quién origina estos datos?
Así es, los datos que tienes actualmente pueden ser manipulados por tu propia empresa por lo que el nivel de veracidad puede llegar a ser dudable.
Ahora imagínate que a los sistemas y procesos existentes en tu empresa, y con los que puedes demostrar tus valores, les ponemos un “auditor” permanente.
Un “auditor externo” claro 🙂 que certifica cada uno de los datos.
En el ejemplo de las gallinas, podemos “auditar” por ejemplo el volumen de huevos originados mediante peso, fotos, videos o el camino que ha seguido ese huevo hasta llegar a la tienda.
Estarás pensando que puede costar más el collar que el perro ¿verdad?
Pues te digo que depende.
Depende del valor que tenga para tu empresa certificar éstos datos y mostrar que realmente lo que dices que haces es veraz.
Todo esto no es ciencia ficción, ya es posible gracias a la tecnología blockchain.
No hace muchas semanas contaba un ejemplo concreto en uno de mis clientes, que quería certificar los procesos de mantenimiento de su fábrica para saber en el tiempo si se habían hecho o no las cosas que decían los proveedores que habían.
Sería otro ejemplo de digitalización de la confianza.
Ahora puede obtener una trazabilidad de lo que ha sucedido en su fábrica, pero además también sus proveedores porque hay un “auditor” externo en forma de tecnología (blockchain) que certifica los datos de éste proceso.
Y es que la era de la información está dando paso a la era del valor en el que la tecnología nos permite no sólo transferir información sino además valor y credibilidad en ésta información.
Efectivamente podemos digitalizar la confianza, y por qué no, los valores de tu empresa para demostrar que realmente son los que decís que son.
No todas las empresas e instituciones estarán dispuestas a hacer éste acto de transparencia, aún y cuando es muy bien valorado por las personas, aunque serán aquellas empresas que apuesten por él las que evolucionarán con éxito.
Puedes imaginar todos los casos de uso que la tecnología blockchain puede resolver en ámbitos de la trazabilidad de los datos, visibilidad sobre valores de una empresa, o incluso, automatización de procesos entre distintas partes.
Te propongo algo útil para saber si la tecnología blockchain también puede ayudar a tu empresa.
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